MI VIAJE DE EGRESADOS
En mi corazón siempre hay un hermoso sitio para ellos, mis ex compañeros, en la amistad no hay distancias y aunque fue hace varios años para mi siempre tengo el recuerdo, no de todos quizás, eran muchos. Una tarde en mi amada Chascomús, sí en esa bellisima laguna donde una mañana con un bote la cruzamos muy temprano al cementerio aborigen, no llegamos, luego cambiamos el rumbo y fuimos con el mismo bote remando con los tres que más recuerdo, una casi se ahoga, por los pozos de una draga, luchamos y la sacamos y después hasta el maravilloso y misterioso castillo. No nos dejaron pasar unos delgados y enredados juncos. No nos dimos por vencidos y por la noche caminamos tres kilómetros bordeando la laguna, con reflectores y cámaras fotográficas. Al fin la aventura la vivimos. Y luego a dormir.
Madrugadores nos levantamos para ir al centro a buscar comida y visitar una casa especial. cansados , él con su cámara nos sentamos en un bar de ramos generales y tomamos un café con leche y charlamos de cosas sencillas de la vida y de nuestros sueños. Volvimos con el grupo y salimos a sentarnos en las murallas que contenía la laguna de aguas saladas.
No recuerdos cuantos días pasamos juntos y cansados volvimos a nuestros hogares. Mi viaje de egresados fue el más hermoso.
Comentario Mirta Barolo de Acuña.
Foto: W.S
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