La tarde
La tarde está atenta
a la golondrina que
apenas,
comienza su vuelo a
ensayar.
A sus suaves giros y
de sus leves
alas el parpadear.
¡Hay tanto bullicio!
en medio del
parque, zorzales le
salen a saludar.
le colocan una corona
de madreselvas,
de fragancia sin
igual.
La golondrina, alegre
agita sus alas
y se desvanece en los
brazos de una brisa cálida,
ambas se cuelan detrás
de un rayo de sol
que se cuela por mis
álamos de un verde sin igual.
Es un verano
maravilloso, las flores instalan sus fragancias;
jazmines,
rosas, gladiolos, todos, libres
reciben lo que Dios
en su amor les da.
El sauce deja caer sus
ramas en el estanque, acariciando
Los camalotes, juncos,
lirios azules y amarillos.
La mujer escribe un
poema, una carta sin saber que
destino le dará, la
siesta le dicta palabras con ternura
sin igual. La mujer
peina sus cabellos,
ya llega la noche y
la tarde
se va a dormir.
MIRTA BAROLO
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