todos es silencio en mi casa, todos los árboles se han dormidos.
Solo unos gatos maúllan en los ventanales con sus cortinados bajos.
Hora recuerdo a un amigo, una amiga , de los cuales solo tengo
imágenes fijas, pero en mi memoria resuenan sus voces como en
lo patios del colegio. ¡Cuanto extraño la biblioteca! ¡la capilla!
y esas risas juveniles. ( Allí tenía sonido el silencio).
Pero es así la vida y es hermosa por todo los cambios,
mutables de las cosa que son cotidianas, extraordinaria.
Como la hoja seca que una mañana me trajera el viento,
la atrapé en una imagen fija y ahora entre mis fotos la hallo
solitaria tirada en el suelo.
Es hermosa esta vida sencilla que Dios me regaló en su amor,
un hogar tibio, unos árboles dormidos, unos gatos y la capacidad
de tener hermosos recuerdos.
Soy feliz junto a mi esposo en esta tarde silenciosa de otoño
Y con Dios en nosotros y con notros esperando el invierno.
Autora Mirta Barolo
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