¡Cómo Quisiera Señor,
Cómo Quisiera!
¡Cómo quisiera, Señor,
amado mío!
¡Como quisiera en esta
tarde de abril,
tarde otoñal comenzar
a navegar con rumbo fijo.
Que solo pueda en este
ocaso darte el timón de
mi alma, de mi ser, mi
mente, mi vida entera.
¡Cómo quisiera, Señor,
amado mío!
que la brisa diáfana de tu Espíritu Santo
haga henchir las velas
de mi pobre embarcación
en esta tarde serena,
donde el sol se pone de rodillas
en tu presencia.
Partir junto a ti,
encontrar una isla, una cadena de
corales , una
corriente serena y allí anclar y
quedarme en
silencio, sola en tu
presencia,
¡Cómo quisiera, Señor,
amado mío!
Encontrar el lugar que
para mí hay preparado,
lejos del bullicio y
el tumulto, así frente a ti
confesarte mis errores y Tú con dulces palabras
me hables y me diga
las cosas que de mi no te dan la honra.
¡Cómo quisiera, Señor, amado mío!
dejar que guíes mi
vida.
Señor, amado mío, ¡Que
se suelten las
Amarras, que se leven
las velas de mi pobre embarcación.
Y hacer un viaje a un
mar en calma. Toma el timón
no quiero naufragar,
quiero que seas mi faro,
mi brújula, esa cadena
de corales , esa corriente
serena.
Quiero navegar en esta
tarde de abril,
tarde de otoño y así
hablar contigo, darte
mi alma, mi ser, mi mente, mi vida entera.
¡Cómo Quisiera Señor, Cómo
Quisiera!
Autora: Mirta Barolo
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